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- Mejor calidad de sonido: no dependen de la compresión de audio como los inalámbricos.
- Sin batería: se alimentan directamente del dispositivo al que están conectados.
- Menor latencia: al no depender de tecnología inalámbrica, el sonido no sufre desfase.
- Mayor fiabilidad: sin interferencias de señal; conexión constante y estable.
- Ligereza y comodidad: pequeños y ligeros, lo que los hace más cómodos y portátiles.
- Menos costosos: más asequibles que los modelos inalámbricos.
- Durabilidad: si se cuidan bien, pueden durar mucho tiempo.
- Menos riesgo de desconexión: no hay riesgo de que se desconecten involuntariamente, porque no dependen de Bluethooth.
- Menos distracción: sin interrupciones por falta de señal.
- Compatibilidad universal: funcionan con cualquier dispositivo que tenga un conector de 3.5 mm.